¡ SIMBAD EL MARINO, DESCUBRIÓ AMÉRICA! – Ma Sanbao, el eunuco que inspiró Simbad el Marino

Siempre para mí, desde infante, fue una necesidad viajar y conocer otros mundos. Se dice que todos estamos en el mismo planeta, pero no todos en el mismo mundo y yo quiero conocerlos todos. A ser posible.

De momento, mi transitar se hace a pie, siempre acompañado de mi inseparable jumento con el que juntos visitamos, recorremos y disfrutamos de parajes inigualables, licores saciantes, sabrosos manjares y carnosos labios que anticipan otros exquisitos mundos por descubrir.


La Historia de Zheng He “Ma Sanbao” el marino chino que quizás descubrió América.

 


En el siglo XV, bajo el liderazgo del emperador Yongle de la dinastía Ming, China se erigió como la mayor potencia naval del mundo gracias a las hazañas del navegante y eunuco Zheng He. Su liderazgo y las ambiciosas expediciones que comandó marcaron una era dorada en la historia marítima de China, consolidando su dominio sobre los mares de Asia y el este de África.

 

Una teoría reciente, afirma que, en una de sus expediciones, aunque Zheng He debió regresar a China, cuatro de los almirantes a su mando; Yang Qing, Zhou Man, Hong Bao y Zhou Wen, continuaron su expedición explorando el sudeste asiático y descubriendo Australia, América y la Antártida.

 

Esta teoría se basa en un mapa de 1763, que sería copia de uno del siglo XV, atribuido a Zheng He y en el que aparecen América y Oceanía, décadas antes de la llegada de Cristóbal Colón. Así, establece que el 5 de marzo de 1421, una flota china comandada por Zheng He y compuesta por unos 200 navíos de 150 metros de eslora puso rumbo hacia el sur. Pasado un tiempo, Zheng regresó a China y los otros almirantes siguieron su periplo. Una parte de la flota llegó a Chile, Perú, Guatemala, México y California y otra siguió la costa este de América, desde el Caribe hasta la bahía de Massachusetts.

 


Mapa atribuido a Zheng He "Ma Sanbao"

El Surgimiento de Zheng He

 

A finales del siglo XIV, la dinastía Ming, que había derrocado a la dinastía mongola Yuan, se encontraba en una fase de expansión y consolidación. Las tropas imperiales avanzaban implacablemente por el suroeste de China, capturando y castrando a numerosos jóvenes musulmanes, entre los cuales se encontraba Ma He, quien luego sería conocido como Zheng He.

 

Tras años de conflictos con los mongoles y guerras internas, el príncipe Zhu Di emergió como emperador Yongle. Durante estas contiendas, los eunucos, incluidos Ma He, desempeñaron roles cruciales tanto en el ámbito militar como en la política exterior, lo que le valió a Ma He el nuevo apellido de Zheng He en reconocimiento a sus servicios.

 

Zheng He, fue también conocido con el sobrenombre de Ma Sanbao. Sus siete viajes por el océano Índico y su sobrenombre “Sanbao” pudieron ser fuente de inspiración para la creación del protagonista de alguno de los “Cuentos de las 1001 y una noches”; Simbad el marino, cuyas aventuras náuticas, también sucedieron en el mismo océano.

 


Ilustración sobre el sexto viaje de Simbad el Marino (
Milo Winter, 1914)

La Mayor Flota Naval de la Historia

 

Con la paz restablecida, el emperador Yongle aspiraba a la gloria y el poderío naval se convirtió en una prioridad. Desde el siglo XI, China había dominado el comercio en el Océano Índico, gracias a sus imponentes barcos y a sus puertos cosmopolitas. Sin embargo, la nueva dinastía Ming, bajo la influencia de ministros confucianos, veía con recelo el comercio privado y promovía el comercio tributario, destinado a subrayar la supremacía china en ultramar.

 

Yongle planeó una serie de expediciones marítimas ambiciosas para consolidar el control chino en el sureste de Asia, combatir la piratería, fortalecer las comunidades chinas en las costas del sur y evitar que sus rivales buscaran apoyo en cortes extranjeras. Además, estas expediciones también se proponían anticipar la amenaza que representaba Tamerlán, cuyo imperio se extendía hasta el Índico y Oriente Próximo.

 


Gran Flota de Ma Sambao

Las Expediciones de Zheng He

 

Las expediciones de Zheng He, que se llevaron a cabo entre 1405 y 1431, fueron de una magnitud sin precedentes, con una flota de entre 200 y 300 barcos, superando incluso a la Armada Invencible de Felipe II. La flota constaría de 28.000 tripulantes, 93 capitanes, 100 contramaestres, 5 astrólogos y 190 médicos.


Los barcos chinos transportaban obsequios como cerámicas y sedas para sellar acuerdos de comercio tributario, además de obtener productos exóticos y artículos medicinales necesarios para China. La presencia de un equipo de 190 médicos en estas expediciones subraya la importancia de estos intercambios.

 


Durante sus viajes, Zheng He hizo escala en lugares como Vietnam, Sumatra, Ceilán y la India. En Sumatra, los chinos erradicaron un nido de piratas que amenazaban las rutas comerciales. En Ceilán, Zheng He instaló a un sultán favorable a los intereses chinos. Estas expediciones no solo aseguraron el comercio tributario sino que también proyectaron el poder chino en la región.

 

La Llegada a África y Tianfei, la diosa protectora del mar

En la quinta expedición, Zheng He llegó a las costas de Somalia, donde los locales quedaron asombrados ante la vista de los majestuosos barcos chinos. En la última expedición, parte de la flota se desvió hacia Ormuz para cumplir con la peregrinación a La Meca, aunque Zheng He no participó personalmente en este viaje. A pesar de su origen musulmán, Zheng He adoptó el budismo y mostró una profunda devoción hacia Tianfei, la diosa protectora del mar y los marineros. En su honor, erigió una estela conmemorativa y a ella se encomendaba la tripulación diariamente.

 


Oposición en la Corte y el Fin de las Expediciones

 

Las expediciones, aunque exitosas, generaron una enorme carga financiera y encontraron resistencia en la corte de Yongle. Los funcionarios confucianos, seleccionados por rigurosos exámenes, veían estas empresas como innecesarias y temían el poder creciente de los eunucos que las lideraban. Tras la muerte de Yongle, su sucesor Hongxi abandonó las expediciones, aunque el siguiente emperador, Xuande, permitió un último viaje en 1431. Zheng He murió durante este viaje, posiblemente a causa de una epidemia, marcando el fin de esta era de exploración.

 

El Aislamiento de China y su Impacto Histórico

 

Tras la muerte de Zheng He, los funcionarios confucianos lograron que las expediciones se detuvieran definitivamente. Los registros de los viajes de Zheng He fueron destruidos y los grandes barcos abandonados. La memoria de Zheng He se desvaneció rápidamente, y cuando los exploradores europeos llegaron a Asia, solo quedaban vagos recuerdos de la poderosa flota china.

 


Tumba de Zhen He

La decisión de China de abandonar su supremacía naval tuvo profundas implicaciones históricas. Justo cuando los primeros barcos portugueses se aventuraban hacia las costas africanas, China optó por el aislamiento, cediendo el dominio de las rutas marítimas a otras potencias emergentes. Esta renuncia no solo cambió el curso de la historia china, sino que también permitió a otras naciones ganar una ventaja decisiva en la exploración y colonización de nuevos territorios.


No obstante, en un futuro próximo, ambos jumentos embarcaremos y pondremos rumbo a otras latitudes; allá por donde sale el sol y por donde se oculta, para seguir disfrutando cada instante de la maravilla de las maravillas que es la propia existencia.

 


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