“SE BUSCAN HOMBRES PARA VIAJE PELIGROSO...RETORNO ILESO, DUDOSO” – La legendaria hazaña de Shackleton y el Endurance

 


 Shackleton y uno de los mayores hitos de supervivencia de la Historia

 



Ernest Shackleton, dedicó su vida a descubrir los misterios de la Antártida, un territorio inhóspito y desconocido. A lo largo de su carrera, Shackleton lideró varias expediciones que lo llevaron a enfrentarse a desafíos extremos. Aunque su tercera expedición fue un desastre, su habilidad para superar los obstáculos y su determinación lo convirtieron en un símbolo de resistencia y perseverancia.

 

Sin embargo, detrás de sus exploraciones, se encontraba una constante insatisfacción y una búsqueda incesante de riqueza y seguridad personal. A pesar de sus intentos, Shackleton fracasó en todos los negocios que emprendió y, tristemente, murió endeudado.  

 

Las dos primeras expediciones en la conquista del Polo Sur

 


En la primera expedición, en la que ejerció como tercer oficial y ejercía como comandante el célebre y malogrado Robert Scott, la expedición se quedó a 857 kilómetros de alcanzar el Polo Sur.

En la segunda, aunque lograron determinar la posición exacta del polo sur magnético, tampoco alcanzó su objetivo final y se quedó a 180 kilómetros del Polo Sur.

 

La tercera expedición de Shackleton: El Viaje del Endurance

 

Supuesto anuncio de empleo de Shackleton para la misión


En 1914, Shackleton publicó un anuncio en el *Times* de Londres que decía: "Se necesitan hombres para viaje peligroso. Salarios bajos, frío extremo, meses de completa oscuridad, peligro constante, retorno ileso dudoso. Honores y reconocimiento en caso de éxito".


Con este anuncio, Shackleton buscaba reclutar a la tripulación más adecuada para su nueva y peligrosa expedición, cuyo objetivo era finalmente alcanzar el Polo Sur. A pesar de la advertencia sobre los peligros, más de cinco mil personas respondieron al anuncio, incluyendo aventureros, marineros, médicos y exploradores. Incluso algunas mujeres se ofrecieron, a pesar de que la convocatoria estaba dirigida solo a hombres.

 



Endurance

Tras reclutar a su tripulación de 27 hombres (aunque finalmente fueron 28 porque se les coló un polizón), Shackleton se dispuso a encontrar dos barcos capaces de soportar la dura misión. El primero, un barco que podía navegar tanto a vela como a vapor llamado "Endurance", fue adquirido en unos astilleros noruegos. El segundo, un ballenero llamado "Aurora", fue comprado en Escocia. El objetivo del viaje era llegar a la bahía Vahsel, junto al mar de Weddell, desde donde planearon cruzar a pie la Antártida hasta la isla de Ross.

 

A finales de agosto de 1914, el "Endurance" partió de Londres bajo el mando del capitán Frank Worsley, con destino a Argentina, donde Shackleton se uniría a la tripulación después de recaudar fondos adicionales en Londres. El 5 de diciembre, la expedición partió hacia la Antártida desde la estación ballenera de Grytviken, en la isla San Pedro, o Georgia del Sur, con previsiones meteorológicas muy desfavorables.

 

El Trágico Hundimiento del Endurance

 


El primer partido de futbol en la Antártida


Después de varios meses de travesía, el 19 de agosto de 1915, el hielo en el mar de Weddell atrapó al *Endurance* en un anillo mortal y unos meses más tarde, el 24 de octubre, Shackleton dio la orden de abandonar el barco con el grito: "¡Se está hundiendo!". 


La tripulación trasladó rápidamente las provisiones rescatadas a un campamento improvisado en el hielo, sacrificando a los perros para sobrevivir. Durante todo el tiempo que allí estuvieron y para mantener alto el ánimo de la tripulación, Shackleton organizaba partidos de futbol, concursos de música, de literatura, carreras en el hielo y hasta obras de teatro. Para combatir las horas de ocio, los hombres construyeron igloos para los perros que aún sobrevivían. Les bautizaron como "Dogloos". 



El Endurance hundiéndose. Rescataron todo lo que pudieron

Finalmente, el 21 de noviembre de 1915, el *Endurance* sucumbió a la presión del hielo y se hundió en las heladas aguas. Sin embargo, la determinación de Shackleton no disminuyó. Junto con su tripulación, comenzó una ardua travesía sobre el mar helado en dirección a la isla Paulet, que se encontraba a 402 kilómetros de distancia. Durante el trayecto, avanzaron tanto a pie como en pequeños botes, pero las corrientes marinas impidieron que alcanzaran su destino.

 

El Liderazgo Inquebrantable del “JEFE”

 

En ese momento desesperado, Shackleton, conocido como "el jefe", decidió cambiar de rumbo y dirigirse a la isla Elefante, en las Shetland del Sur. Este lugar era inhóspito y alejado de cualquier ruta de navegación, por lo que el rescate era improbable. Sin embargo, Shackleton, decidido a salvar a su tripulación, eligió a cinco hombres para embarcarse en una peligrosa travesía de 1.280 kilómetros hasta Georgia del Sur en un pequeño bote llamado *James Caird*.

 

Partiendo en busca de la salvación en el "James Caird" 

Después de 15 días de navegación, el 8 de mayo de 1916, avistaron la isla San Pedro, pero no pudieron desembarcar hasta el día siguiente debido a los vientos huracanados. Tras 497 días sin pisar tierra firme, Shackleton, junto a Worsley y Crean, decidió cruzar la isla a pie para llegar a la estación ballenera al otro lado, logrando así salvar a su tripulación. El periplo de los 6 hombres desde la isla Elefante fué de 1600 Km para ayudar a sus compañeros.


Finalmente, el 30 de agosto de 1916, Shackleton regresó a la isla Elefante para rescatar a su equipo, completando una de las historias de supervivencia más épicas jamás contadas.

 


Los que quedaron en la Isla Elefante esperando el rescate

El Último Viaje de Shackleton y su Legado

 

Aunque al regresar a Inglaterra, Shackleton fue celebrado como un héroe, insatisfecho con la vida tranquila, decidió organizar una última expedición al mar de Beaufort. Aunque, el 5 de enero de 1922, Shackleton sufrió un infarto que acabó son su vida mientras exploraba algunas islas subantárticas. 

Aunque inicialmente se pensó en repatriarlo a Inglaterra, su viuda decidió que debía ser sepultado en el cementerio de Grytviken, un antiguo puerto ballenero de las Georgias del Sur, cerca de su amada Antártida.



Tumba de Ernest Shackleton en las Georgias del Sur


Aunque murió endeudado y con una vida llena de fracasos personales, Shackleton dejó un legado de resistencia y liderazgo que sigue siendo una fuente de inspiración en la exploración polar y más allá. Sir Raymond Priestley, uno de los primeros exploradores antárticos, lo resumió con la famosa frase: "Scott por el método científico, Amundsen por la velocidad y la eficiencia, pero cuando ocurre un desastre y toda esperanza se ha ido, arrodíllate y reza por Shackleton".



Ernest Shackleton en su último viaje



Epílogo: El 9 de marzo del 2022 

 

El 9 de marzo del 2022 en el mar de Weddell, adyacente a la parte más septentrional de la Antártida se encontraron los restos del "Endurance" a 3 Km de profundidad.



Popa del barco de Endurance, bajo el mar



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