El Misterio del Necronomicón: El Libro de la ley de los Muertos
Entre los grimorios y textos mágicos que
han capturado la imaginación de los aficionados al ocultismo, pocos han
alcanzado la notoriedad del Necronomicón, conocido como el libro de la ley de
los muertos. Este texto ficticio ha sido fuente de innumerables leyendas,
relatos y teorías conspirativas, a pesar de que su existencia es puramente un
producto de la ficción. Sin embargo, la historia detrás del Necronomicón, su
creación, y la forma en que ha engañado a muchos, es un testimonio fascinante
del poder de la literatura para trascender los límites entre realidad y
fantasía.
El Origen del Necronomicón: Un Producto de la Imaginación de H.P. Lovecraft
El Necronomicón no es un libro real; su
creación se debe al célebre escritor de terror H.P. Lovecraft, quien lo
mencionó por primera vez en su cuento corto *El sabueso* en 1922. Un año antes,
en *La ciudad sin nombre*, Lovecraft había introducido al supuesto autor del
libro, un misterioso árabe llamado Abdul Alhazred. Este personaje, al igual que
el Necronomicón, es una invención completa de Lovecraft, diseñada para
enriquecer el oscuro y aterrador universo que estaba construyendo en sus
relatos.
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H.P. Lovecraft - Ideó el Necronomicón |
A lo largo de su carrera, Lovecraft fue consciente del impacto que su invención había causado en sus lectores. Recibió numerosas cartas de personas que creían en la existencia del Necronomicón y querían saber más sobre él. A pesar de sus reiteradas negaciones de la realidad del libro, la fascinación en torno al Necronomicón solo creció, alimentada por la riqueza de detalles que Lovecraft aportó a su creación ficticia.
La Construcción de un Mito: Detalles Inventados por Lovecraft
Lo que hace al Necronomicón tan
convincente como mito es la minuciosa elaboración que Lovecraft hizo de su
historia. Según él, el Necronomicón fue escrito en el año 730 por Abdul
Alhazred, un poeta y demonólogo árabe ficticio nacido en Yemen. El título
original del libro en árabe era *Kitab Al-Azif*, que según Lovecraft se refiere
al sonido nocturno de los insectos, que el folclore árabe asocia con demonios
como los djinns y los gules.
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Se dice que estaba fabricado con piel y sangre humanas |
Lovecraft también detalló la supuesta
muerte de Alhazred en el año 738, despedazado por una entidad invisible en un
mercado de Damasco. Este nivel de detalle, junto con la mezcla de elementos
ficticios y reales, como la inclusión del erudito iraní real Ibn Khallikan en
la historia, ayudó a cimentar la credibilidad del Necronomicón en la mente de
muchos.
La Expansión del Mito: Otras Contribuciones a la Leyenda del Necronomicón
Aunque Lovecraft es el creador original
del Necronomicón, su mito fue ampliado por otros autores y seguidores de su
obra. Robert Bloch, Clark Ashton Smith y Robert E. Howard, todos contemporáneos
y amigos de Lovecraft, también contribuyeron a la creación de libros ficticios
y personajes que enriquecieron el universo compartido de los Mitos de Cthulhu.
Sin embargo, el Necronomicón es, con diferencia, el más famoso y el que ha generado
mayor confusión entre realidad y ficción.
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Criaturas malignas y conjuros para traerlas a este mundo |
El nivel de realismo que Lovecraft y otros
autores lograron infundir en la historia del Necronomicón llevó a muchos a
creer que era un libro real, un hecho que se ve reforzado por la aparición de
supuestas copias en bibliotecas universitarias y otras instituciones. Fichas
detalladas del libro, a menudo creadas por bromistas, han sido encontradas en
lugares como la Biblioteca Nacional de París y la Universidad de Harvard.
Incluso se dice que Jorge Luis Borges, el renombrado escritor argentino, creó
una ficha del Necronomicón en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
Publicaciones y Falsificaciones: El Necronomicón en la Cultura Popular
El interés por el Necronomicón ha llevado
a la creación de numerosas ediciones falsas y publicaciones que intentan pasar
por auténticas. En 1973, la editorial Owlswick Press publicó una edición
limitada del Necronomicón, supuestamente basada en manuscritos encontrados en
Oriente Medio por el escritor de ciencia ficción L. Sprague de Camp. Esta
versión del Necronomicón fue escrita en un dialecto árabe ficticio llamado
Duriac, lo que aumentó su aura de misterio.
Otra versión popular del Necronomicón fue
publicada en la década de 1970 por un autor bajo el seudónimo de
"Simon". Este "Simonomicon" combina las descripciones de
Lovecraft con elementos de la mitología sumeria, y se ha convertido en una
referencia en el ámbito del ocultismo, a pesar de ser una creación
completamente moderna y sin ninguna conexión real con los textos antiguos. El
ocultista Peter Levenda ha admitido en su sitio web que está detrás de esta
versión, aunque mantiene la ambigüedad sobre la identidad de Simon.
Mitos y Realidades: La Percepción del Necronomicón Hoy
La fascinación en torno al Necronomicón ha
dado lugar a una variedad de teorías y leyendas urbanas. Una de las más
persistentes es la idea de que el libro está encuadernado en piel humana,
aunque Lovecraft nunca describió su apariencia física en sus escritos. También
se ha llegado a afirmar que el misterioso Códice Voynich, un manuscrito
medieval real que ha desconcertado a los estudiosos durante siglos es en
realidad una versión disfrazada del Necronomicón.
A medida que el mito del Necronomicón ha
crecido, también lo ha hecho la confusión entre realidad y ficción. Algunos
entusiastas del ocultismo sugieren que Lovecraft creó el Necronomicón como una
cortina de humo para ocultar la existencia de otros libros que realmente
contienen los conjuros y conocimientos oscuros atribuidos al Necronomicón.
El Legado del Necronomicón en la Cultura Popular
Hoy en día, el Necronomicón sigue siendo
uno de los ejemplos más fascinantes de cómo la ficción puede influir en la
realidad. A pesar de ser un invento literario, su influencia ha trascendido las
páginas de los libros de Lovecraft y se ha infiltrado en la cultura popular de
manera profunda y duradera. Desde publicaciones falsas hasta apariciones en
videojuegos, películas y música, el Necronomicón ha alcanzado un estatus casi
mítico.

Para quienes buscan una copia del
Necronomicón, es tan sencillo como buscar en una librería o en línea. Sin
embargo, aquellos que lo compren deben recordar que, aunque puedan tener en sus
manos una versión del famoso libro de los muertos, lo único que estarán
sosteniendo es un producto de la imaginación, una creación literaria que ha
logrado lo que pocos libros han conseguido: convertirse en una leyenda en sí
misma.
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