Desaparición en el Gran
Mar de Arena: El Ejército de 50,000 Hombres que se Esfumó en el Desierto
El vasto desierto del
oeste de Egipto, entre Matruh y la Cirenaica, cerca de la actual Libia, guarda
uno de los mayores misterios de la antigüedad: la desaparición de un ejército
persa compuesto por aproximadamente 50,000 hombres hace 25 siglos.
Este ejército, según diversas crónicas, fue tragado por una feroz tormenta
de arena mientras avanzaba hacia el norte con la intención de sorprender a los
amonitas. La catástrofe es comparable a otros desastres naturales que han
azotado a fuerzas militares, como la derrota de la Armada Invencible por una
tormenta y la mortalidad del VI Cuerpo del ejército alemán en Stalingrado por la
llegada del invierno.
Un Ejército Devorado por el Desierto
Cambises II, en su ambición de expandir el imperio persa, subestimó las
dificultades del desierto egipcio. Sin guías locales, el ejército persa se
aventuró en una región hostil y desconocida. La decisión de ignorar rutas más
seguras y logísticamente accesibles fue un error fatal. Los persas, conocidos
por su destreza en la navegación y el combate, no estaban preparados para
enfrentar la furia del desierto sin la guía adecuada.
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Cambises II y el faraón de Egipto Psamtik III |
El historiador griego Heródoto relata que el ejército de los aqueménidas,
liderado por Cambises II, partió de Tebas siguiendo la ruta de los oasis. Su
objetivo era atacar a los amonitas, protectores del famoso oráculo de Siwa. Sin
embargo, su avance sin guías locales y su intento de adentrarse en el oeste los
llevó a la meseta de Gilf Kebir, donde una tormenta de arena de magnitud
descomunal los sepultó. La tormenta, conocida como el Ghibli, alcanzó
velocidades superiores a los 200 km/h y masacró a los soldados y sus animales
en cuestión de horas.
El Ghibli, un viento abrasivo y persistente del sur saheliano, es conocido
por su capacidad para erosionar todo a su paso. Este viento, que puede durar
días y alcanzar velocidades increíbles, convierte al desierto en un lugar
letal. Durante la tormenta que azotó al ejército de Cambises II, el Ghibli
actuó como un verdugo implacable, enterrando a los soldados bajo toneladas de
arena y sellando su destino en el olvido.
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El Gran Mar de Arena |
El desierto del Sahara, con su vastedad y peligros inherentes, ha sido escenario de numerosos eventos históricos significativos. En la Segunda Guerra Mundial, tanto el Afrika Korps de Rommel como las Ratas del Desierto de Montgomery aprendieron a respetar el poder del Ghibli. Los combates se suspendían ante la amenaza de este fenómeno, y en ocasiones, los enemigos compartían recursos y relatos, humanizando la brutalidad de la guerra.
Evidencias Arqueológicas
La desaparición el ejército de Cambises II plantea interroganes sobe cómo un contingente tan grande pudo desvanecerse si dejar rastro significativo. A pesar de las habilidades de sus tropas nómadas y la experiencia en orientación extrema, el ejército sucumbió a la naturaleza implacable del desierto. Esta tragecia se ha convertido en un mito histócico, pero las evidencias arqueológicas y las crónicas de Heródoto le dan un fundamento real y tangible.
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Restos en el "Valle de los Huesos" |
A lo largo de la ruta que se cree recorrió este desafortunado ejército, se
han encontrado vestigios que respaldan la narrativa de Heródoto. Vasijas,
puntas de flechas, petos metálicos y esqueletos blanqueados por la
calcificación extrema han sido datados alrededor del año 500 a.C. Estas
evidencias sugieren que, efectivamente, un gran contingente militar pereció en
la región. Las tradiciones orales de los beduinos también hablan de un
"Valle de los Huesos", lo que refuerza la veracidad de esta tragedia.
El Mito y la Realidad
La desaparición del ejército de Cambises II es un recordatorio de la vulnerabilidad humana ante la naturaleza. Aunque la tecnología y el conocimiento han avanzado significativamente desde entonces, el desierto sigue siendo un lugar de misterio y peligro. Las historias de aquellos que perecieron en su vastedad continúan fascinando a historiadores, arqueólogos y aventureros, quienes buscan respuestas en las arenas del tiempo.
La trágica desaparición del ejército persa en el Gran Mar de Arena es un
testimonio del poder de la naturaleza y de los desafíos inherentes a la
exploración y la conquista. Este evento histórico, documentado por Heródoto y
corroborado por hallazgos arqueológicos, nos invita a reflexionar sobre la
fragilidad de la vida humana frente a las fuerzas incontrolables del mundo
natural. El desierto, con sus secretos aún por descubrir, sigue siendo una
fuente de asombro y misterio, un vasto mar de arena que guarda en su seno las
historias de aquellos que se atrevieron a desafiarlo.
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