Robert Johnson: El
músico de leyenda, que cambió el rumbo del blues para siempre, al pactar su
alma con el Diablo
La historia de Robert Johnson, uno de los
músicos más influyentes del siglo XX, está envuelta en una nube de misterio,
superstición y leyenda. Su nombre resuena no solo por su innegable talento en
la guitarra y su contribución al blues, sino también por el fascinante cuento
que lo acompaña: la supuesta venta de su alma al diablo en un cruce de caminos
en Clarksdale, Mississippi. Este mito ha dado forma a su legado, elevándolo a
un estatus casi mítico en la historia de la música.
Los Orígenes de una
Leyenda
Robert Johnson nació en Hazelhurst,
Mississippi, en mayo de 1911. Desde muy joven, la música fue su refugio,
especialmente el blues, un género que, en ese tiempo, era visto con desdén por
muchos debido a sus connotaciones con la rebeldía, el sufrimiento, la muerte y
el sexo. Estas temáticas, abordadas en las letras del blues, contrastaban
fuertemente con el góspel, la música sagrada que predominaba en la comunidad
afroamericana.
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Comenzó tocando para sus compañeros en los campos de algodón |
Johnson creció en un ambiente cargado de superstición, donde el blues era conocido como la "música del diablo". Esta denominación no solo se debía a las temáticas oscuras de sus letras, sino también a los lugares en los que se tocaba: bares y clubes frecuentados por personas de dudosa reputación. Desde joven, Robert aspiraba a convertirse en un gran guitarrista, siguiendo los pasos de sus ídolos Son House, Charley Patton y Skip James. Sin embargo, según quienes lo conocieron en esa época, aunque mostraba cierta destreza con la armónica, su habilidad con la guitarra era limitada.
El Misterioso Cambio
La historia de Johnson toma un giro
dramático en 1930, cuando, tras la muerte de su primera esposa durante el
parto, el joven músico decidió dejar su hogar y embarcarse en una vida nómada.
Durante este tiempo, Johnson viajó por el sur de Estados Unidos, perfeccionando
su técnica, adquiriendo experiencia y sumergiéndose en el mundo del alcohol y
las mujeres. Al regresar a su tierra natal meses después, sorprendió a todos
con una habilidad transformada, mostrando una destreza en la guitarra que nadie
había anticipado. Su técnica era ahora sofisticada, con un manejo impresionante
del slide y una voz que resonaba con una profundidad emocional única.
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El blues "la música del Diablo", se tocaba en sitios de dudosa reputación |
El Pacto con el Diablo
El cambio repentino en la habilidad de
Johnson generó todo tipo de especulaciones. Si bien es posible que su mejora se
deba al aprendizaje adquirido durante sus viajes, en un contexto lleno de
supersticiones, la explicación más aceptada fue que había hecho un pacto con el
diablo. Según esta leyenda, Johnson habría acudido a un cruce de caminos entre la 61 y la 49 en Clarksdale, a medianoche, donde un hombre misterioso (el diablo en persona) tomó
su guitarra, la afinó y, al devolvérsela, le otorgó una habilidad sobrenatural
para tocar el blues. La condición de este pacto era clara: el músico
disfrutaría de un éxito efímero, tras el cual, el diablo reclamaría su alma.
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Se dice que pactó en el cruce de caminos de Clarksdale |
Este cuento, aunque fantástico, encontró eco en varias de las canciones de Johnson, especialmente en aquellas que hacen referencia directa al diablo, como "Me and the Devil Blues" y "Hellhound on My Trail". Estas composiciones, cargadas de imágenes sombrías y evocadoras, reforzaron la narrativa de que Robert Johnson no solo era un músico talentoso, sino también un hombre que había hecho un trato con fuerzas oscuras.
Su Legado Musical
A lo largo de su corta carrera, Robert
Johnson dejó un legado musical impresionante, pese a que solo grabó 29
canciones en dos sesiones de grabación. La primera de estas sesiones tuvo lugar
en noviembre de 1936 en un hotel de San Antonio, Texas, mientras que la segunda
fue en junio de 1937 en Dallas. Estas grabaciones, que incluyen temas icónicos
como "Sweet Home Chicago", "Love in Vain" y "Terraplane
Blues", son consideradas hoy en día como piezas fundamentales del blues,
influyendo en generaciones posteriores de músicos de rock y blues, como Eric
Clapton, The Rolling Stones y Led Zeppelin.
El mito de Johnson como el "Rey del
Delta Blues" fue reforzado tras su muerte, cuando artistas y folcloristas
redescubrieron sus grabaciones y las reunieron en la compilación "King of
the Delta Blues Singers". Esta colección no solo consolidó su estatus como
una leyenda del blues, sino que también perpetuó la historia de su supuesto
pacto con el diablo, dándole una dimensión casi sobrenatural.
La Muerte de Robert
Johnson
El final de la vida de Robert Johnson fue
tan enigmático como el resto de su historia. Murió el 16 de agosto de 1938 en
circunstancias misteriosas. Según una de las versiones más aceptadas, Johnson
fue envenenado por el marido celoso de una mujer con la que había estado
coqueteando. El veneno, supuestamente mezclado en una botella de whisky, lo
hizo sufrir intensamente durante tres días antes de sucumbir. Sin embargo, la
falta de pruebas concluyentes ha dado lugar a otras teorías sobre su muerte,
incluyendo neumonía, sífilis o incluso un asesinato.
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La versión mas aceptada sobre su muerte, es que fue envenenado por un marido celoso |
El lugar exacto de su entierro también
sigue siendo un misterio, con tres tumbas diferentes reclamadas como su última
morada. Estas incertidumbres solo han servido para alimentar aún más la leyenda
de Robert Johnson, reforzando la idea de que su vida y su muerte estuvieron
marcadas por fuerzas más allá de lo común.
El Cuento que Perdura
Hoy, la historia de Robert Johnson
continúa fascinando a quienes escuchan su música. Su supuesto pacto con el
diablo en un cruce de caminos no solo forma parte del folklore del blues, sino
que también ha permeado la cultura popular, siendo tema de canciones, películas
y libros. Johnson es recordado no solo como un maestro del blues, sino también
como una figura trágica y enigmática, cuyo talento extraordinario parece haber
sido sellado por un trato con el inframundo.
La historia de Robert Johnson es, en
última instancia, un reflejo de las tensiones entre lo sagrado y lo profano, lo
real y lo mítico, que han acompañado al blues desde sus inicios. Su legado
musical sigue vivo, pero es la leyenda de su vida la que ha asegurado su lugar
en la historia, manteniendo vivo el cuento del músico que, en un cruce de
caminos, vendió su alma al diablo por la gloria efímera del blues.
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La historia de la música cambió en este cruce de caminos; entre la 61 y la 49 |
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