John Wesley Hardin: La leyenda del considerado por muchos, el pistolero más rápido y peligroso del Oeste.
John Wesley Hardin, nacido en Bonham, Texas, el 26 de mayo de 1853, es uno de esos personajes que han dejado una marca imborrable en la historia del Viejo Oeste estadounidense. Fue un forajido de leyenda (al igual que Billy "The Kid" o Jesse James) del oeste estadounidense del siglo XIX a quien se adjudican, al menos, entre 42 y 58 muertes. Reconocido por ser un hábil pistolero, creció en la etapa posterior a la guerra civil en la cual la violencia era una forma aceptada de solucionar conflictos. Su rapidez con el gatillo le convirtieron en una leyenda del lejano Oeste y por cuya cabeza se pagaban 40.000 dólares de la época.
Creció con el rencor de la derrota sureña.
Desde su nacimiento, John Wesley Hardin
estuvo destinado a un camino lleno de dificultades. Hijo de un predicador
metodista, su nombre fue un homenaje al fundador de los metodistas, John
Wesley. Sin embargo, a pesar de su educación religiosa, las circunstancias de
su entorno lo llevaron rápidamente a la senda del crimen. Creció en una época
en la que el Sur de los Estados Unidos aún estaba herido por la Guerra Civil,
lo que generó un profundo resentimiento hacia las autoridades federales, un
sentimiento que Hardin absorbió desde niño.
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La derrota del Sur marcó un profundo rencor de los derrotados hacia los vencedores |
Según su autobiografía, escrita por él
mismo, Hardin describe cómo desde temprana edad se vio influenciado por la
causa sureña, creyendo firmemente que Abraham Lincoln era un enemigo del Sur.
Este ambiente enrarecido, junto con la facilidad de acceso a las armas, moldeó
a un joven rebelde que a los 15 años ya había cometido su primer asesinato. Su
primera víctima fue un antiguo esclavo llamado Mage Holzshauzen, a quien Hardin
disparó varias veces durante un altercado.
Comienza una carrera criminal. Encuentro con Wild Bil Hickok
Tras este primer homicidio, Hardin decidió
huir, consciente de que las autoridades eran implacables en la persecución de
crímenes contra personas de raza negra. Durante su fuga, se le atribuye la
muerte de al menos cuatro soldados de la Unión. A partir de ahí, su vida fue
una sucesión de crímenes y huidas. Trabajó como maestro de escuela y como
cowboy, pero su verdadero sustento provino de actividades como el juego y el
robo. A lo largo de su vida, Hardin mató a decenas de personas, consolidando su
reputación como uno de los pistoleros más mortales de su tiempo.
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Wild Bill Hickok, explorador, aventurero, pistolero y alguacil. Una Leyenda del Viejo Oeste |
Uno de los episodios más destacados de su
vida fue su encuentro con Wild Bill Hickok, entonces marshal de Abilene,
Kansas. Según Hardin, este encuentro casi terminó en un duelo, pero al final,
Hickok reconoció la habilidad del joven tejano y decidieron dejar las cosas en
paz. Aunque algunos historiadores dudan de la veracidad de esta historia, lo
cierto es que contribuyó a alimentar el mito de Hardin como un hombre temido y
respetado en todo el Oeste.
Herido, capturado y fuga.
La violencia acompañó a Hardin en cada
paso de su vida. Durante su tiempo como jugador de póker, mató a un hombre
llamado Jim Bradley durante una partida, y en otra ocasión, en una disputa con
un grupo de mexicanos, acabó con la vida de seis de ellos. Estas acciones no
eran aisladas; reflejaban una época en la que los tiroteos y los duelos eran
casi comunes en las zonas más peligrosas del Oeste.
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La violencia y los tiroteos eran comunes en el Oeste Americano |
Hardin también tuvo encuentros con la ley
que lo llevaron a estar constantemente huyendo. En 1872, tras ser herido
gravemente en Trinity City, fue capturado, pero logró escapar de la cárcel con
la ayuda de un sheriff corrupto. Sin embargo, su suerte cambió en 1874 cuando,
después de matar al sheriff Charlie Webb en el condado de Brown, se convirtió
en el hombre más buscado de Texas. Este asesinato marcó un punto de inflexión
en su vida, ya que Webb era un hombre muy respetado y querido por la comunidad,
lo que llevó a una persecución implacable contra Hardin y sus allegados.
Finalmente atrapado y encarcelamiento
En agosto de 1877, tras años
de huida, John Wesley Hardin fue capturado en Florida, donde se había refugiado
bajo un alias. Su captura fue todo un espectáculo, con más de veinte oficiales
involucrados. Hardin intentó resistirse, pero fue golpeado y sometido. Fue
llevado a Texas para enfrentar la justicia, temiendo que sería linchado como lo
había sido su hermano poco tiempo antes.
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Cartel ofreciendo recompensa por Hardyn, llegandose a ofrecer hasta 40.000 $ |
Durante su juicio, Hardin fue condenado a
25 años de prisión en la penitenciaría de Huntsville. Lejos de ser un final
para su historia, este encarcelamiento marcó el comienzo de una nueva etapa en
su vida. Mientras cumplía su condena, Hardin se dedicó al estudio de las leyes
y finalmente obtuvo autorización para ejercer como abogado. Este giro en su
vida mostró una faceta diferente del famoso pistolero, aunque su reputación
como un hombre peligroso nunca lo abandonó.
Los Últimos Años de John Wesley Hardin
Hardin fue liberado en febrero de 1894,
pero la vida fuera de la cárcel no fue fácil para él. Intentó ejercer como
abogado en El Paso, Texas, pero su pasado criminal lo persiguió constantemente.
Rápidamente volvió a sus viejos hábitos, frecuentando bares y participando en
juegos de azar, donde solía fanfarronear sobre su habilidad con las armas.
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Cuerpo sin vida de Jhon Wesley Hardyn |
El 19 de agosto de 1895, la historia de John Wesley Hardin llegó a su fin de manera violenta, como había vivido. Fue asesinado a tiros por el policía John Selman en el Acme Saloon de El Paso. Esa noche Hardin fue al Acme Saloon a jugar a los dados. Poco antes de la medianoche, Selman entró en el salón, se acercó a Hardin por detrás y le disparó en la cabeza, matándolo en el acto. Mientras Hardin yacía en el suelo, Selman le disparó tres tiros más.
Según se cuenta, Hardin había amenazado a Selman previamente por arrestar a su amante, y Selman decidió actuar antes de que Hardin cumpliera sus amenazas.
Las últimas palabras de Hardin, según algunos testigos, fueron: "Cuatro seises a mejorar, Henry", una frase que encapsula su vida como un apostador y pistolero hasta el final.
John Wesley Hardin fue enterrado al día siguiente en el cementerio Concordia de El Paso. Su entierro costó 75 dólares que pagó la amante de Hardin.
La Leyenda de John Wesley Hardin
La historia de John Wesley Hardin es un
reflejo de una época violenta y turbulenta en la historia de Estados Unidos. Su
vida, llena de tiroteos, huidas y enfrentamientos con la ley, lo convirtió en
una figura legendaria del Viejo Oeste. Sin embargo, más allá de la violencia,
su historia también muestra a un hombre atrapado en un tiempo y lugar donde la
violencia era una forma de vida y donde ser un pistolero diestro podía ser
tanto una bendición como una maldición.
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