¿PEDRO O PETRA? DA IGUAL, LLÁMAME GENERALA - La historia de Petra Herrera, la lugarteniente de Pancho Villa

La tabernera es una mujer muy cordial. Atiende con presteza y diligencia a su clientela. Siempre una palabra amable, buena cara y pose atenta. Dispuesta y con la intención de agradar, hace muy amena la estancia en su local.

Como ella, en la historia hay mujeres que han ejercido todo tipo de oficios y cargos. Desde esclavas o doncellas a Reinas y Emperatrices. Madres, esposas, hijas. Sacrificadas, abnegadas, sufridoras todas ellas. Muchas pasaron a la posteridad con sus nombres relumbrando en el gran libro de la humanidad. Aunque de entre ellas algunas, aunque lo merecieron, fueron penalizadas por el mero hecho de su propia naturaleza de mujer.

 

Aquí traigo a vuesas mercedes

la historia de una de ellas,

valiente como el que más

pero que, por su condición natural,

se le negó el derecho

que en combate mereció;

el cargo de General.

 

 

Petra Herrera: La Mujer que se convirtió en comandante en la Revolución Mexicana

 


Petra Herrera

Petra Herrera, conocida también como Pedro Herrera (29 de junio de 1887 - 14 de febrero de 1917), fue una destacada soldadera en las tropas insurgentes de la Revolución Mexicana. Ella misma se refería a sí misma como "generala".

Para unirse a las fuerzas del general Francisco Villa, Petra decidió ocultar su género, adoptando el nombre de Pedro Herrera y vistiendo como hombre. Participó activamente en numerosas batallas de la Revolución Mexicana, ganándose una excelente reputación y demostrando un liderazgo ejemplar. Su participación no se limitó a las tareas comunes de las mujeres en la revolución, como cocinar y cuidar a los heridos, sino que lideró tropas en combates clave.

 

 


Combatientes revolucionarias

Fiera luchadora en Batallas Decisivas

 

Petra dirigió las tropas maderistas en la primera toma de la Batalla de Torreón en mayo de 1911, expulsando a las fuerzas federales. Su valentía y habilidades militares quedaron inmortalizadas en varios corridos de la época, como "Corrido de las hazañas del general Lojero y la Toma de Torreón por el ejército Liberador", "Corrido de la Toma de Torreón" y “Corrido del combate del 15 de mayo en Torreón”. En estas canciones, se resaltan su coraje y su liderazgo en el combate.



Villa y el ejército del Norte

Villa le negó el cargo de General por ser mujer

 

A pesar de sus contribuciones, Pancho Villa se negó a darle el reconocimiento militar que merecía debido a su género. Esto la llevó a abandonar las fuerzas de Villa y formar su propia brigada compuesta exclusivamente por mujeres. Petra mantuvo su identidad femenina en secreto mediante ingeniosas estrategias, como fingir que se rasuraba la barba todas las mañanas.

En la segunda batalla de Torreón el 30 de mayo de 1914, Petra lideró a 400 mujeres en una victoria significativa. Aunque su verdadero género fue eventualmente revelado, Petra ya había ganado un renombre considerable, evitando así la discriminación de sus compañeros revolucionarios.

 


Brigada de revolucionarias mexicanas

Su trágico final

 

Después de su notable carrera militar, las fuerzas superiores disolvieron su ejército femenino, y Petra comenzó a trabajar como espía disfrazada de moza en una cantina en Chihuahua. Mientras algunas fuentes dicen que trabajó en Jiménez, otras afirman que fue en Ciudad Juárez. Lo cierto es que una noche, un grupo de bandidos borrachos la atacó, disparándole. Aunque sobrevivió al ataque inicial, las heridas se infectaron, llevándola a la muerte.

 

El Legado de Petra Herrera

 

Petra Herrera se alió con Venustiano Carranza en 1917, y aunque no se le ascendió al rango de general como solicitó, se le reconoció su habilidad militar al ser nombrada coronel por el general Jesús Agustín Castro. La historia de Petra Herrera es un testimonio del coraje y la determinación de las mujeres en la Revolución Mexicana, destacando su liderazgo y su papel crucial en la lucha por la justicia y la igualdad.



"La Generala" Petra Herrera


Como pueden ver vuesas mercedes, en muchas ocasiones, los méritos no nos son reconocidos como debidamente merecemos por el simple hecho de tener el género que la naturaleza nos otorgó. Pero al menos, mientras este Bardo viva, siempre intentaré llevar a sus mientes los hechos de aquellas personas que con independencia de su género u origen; SÍ LO MERECIERON.

 

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