Afuera la nieve cae con fiereza azotada por vientos gélidos. Mientras tanto, tumbado en el lecho de mi habitación, en la posada, ligeramente caldeada por el tubo de la chimenea que la atraviesa hacia los pisos superiores, jugueteo arrojando mi bolsa de monedas al aire. Pienso en los infinitos tesoros enterrados, sumergidos y escondidos a lo largo y ancho del planeta lejos de la avidez humana y, tal vez, como en las antiguas leyendas, protegidos por aviesos genios que defienden las entradas ocultas a sus riquezas.
La Leyenda del Tesoro del Corsario Sir Francis Drake

Se dice que hacia finales de 1578, Sir
Francis Drake, corsario inglés, explorador, traficante de esclavos, político y
vicealmirante de la Marina Real Británica, arribó a la bahía de Papudo. Allí
fue acogido por los nativos locales, quienes le ofrecieron refugio. Durante su
estancia, Drake abasteció su nave, el "Golden Hind", con provisiones
obtenidas de las generosas tierras del pequeño valle costero. Entre los suministros
almacenados se encontraban charqui de guanaco y conejo, tocino, miel y leche.
En una de las hermosas y profundas
quebradas del valle, Drake ocultó uno de sus más valiosos tesoros: 25,000 pesos
de oro en polvo y otras joyas saqueadas de Valparaíso y otros pequeños puertos
del sur. Este acto dio origen a la famosa "Leyenda del Tesoro en la
Quebrada del Francés", una historia que ha perdurado por 436 años y se ha
convertido en una de las leyendas más fascinantes de Chile.
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Nombramiento de Sir por parte de la Reina Isabel I de Inglaterra |
Para entender qué llevó a Drake al Pacífico, es necesario recordar que, en aquella época, el Océano Pacífico era considerado un mar cerrado. Solo Hernando de Magallanes había logrado cruzar desde el Atlántico a través del Estrecho de Magallanes. Inglaterra llegó tarde a la repartición de territorios en el Pacífico y no reconocía los derechos exclusivos que España reclamaba sobre estas aguas. Por ello, Francis Drake, conocido también como "El Draque" o "Azote de Dios", recibió el encargo de la corona británica para liderar una de las más ambiciosas expediciones corsarias.
Zarpó de Plymouth el 13 de diciembre de 1577 al mando
del "Pelicano", más tarde renombrado "Golden Hind". Tras
nueve meses de navegación, durante los cuales atacó naves españolas y
portuguesas, Drake llegó al Estrecho de Magallanes el 20 de agosto de 1578 y
entró al Pacífico el 6 de septiembre.
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Isla del Escudo de Veraguas - Donde arrojaron el cuerpo de Drake al mar |
En noviembre, arribó a Isla Mocha, donde
tuvo un enfrentamiento con los nativos, resultando herido. Continuó su viaje
hacia el norte, pasando por Valparaíso, que en ese tiempo no aparecía en las
cartografías. Finalmente, llegó a la bahía de Papudo, donde fue recibido por
los Changos, indígenas nómades que le ofrecieron hospitalidad.
Informado por los nativos de una nave cargada de oro fondeada al sur, Drake no dudó en dirigirse hacia Valparaíso, encontrando la nave de Hernando Lamero con 25,000 pesos de oro en polvo. Sin resistencia, saqueó el barco y luego el poblado cercano, llevándose hasta las vinajeras de la capilla. Durante tres días, su tripulación festejó con el botín obtenido, incluyendo cerca de 2,000 vasijas de vino chileno y otros objetos valiosos.
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La Quebrada del Francés |
Temeroso de ser capturado por los buques
españoles, Drake enterró su tesoro en algún lugar de la "Quebrada de
Francis", hoy conocida como la Quebrada del Francés, antes de continuar su
viaje hacia el norte. Su expedición lo llevó hasta California, donde tomó
posesión del territorio en nombre de la Corona inglesa, y luego atravesó el
Océano Pacífico hacia las Islas Molucas en Indonesia, el Océano Índico y
finalmente el Atlántico, completando la vuelta al mundo como el segundo
navegante en lograr tal hazaña.
En 1585, Drake se apoderó de Santo Domingo
y devastó Florida. Dos años después, jugó un papel crucial en la destrucción de
la Armada Invencible española. En 1594, la reina Isabel I lo nombró
Vicealmirante. Intentó regresar a Sudamérica en 1596 para recuperar su preciado
tesoro, pero murió de disentería en Portobelo, Panamá. Su muerte inesperada
perpetuó la leyenda del tesoro escondido en la Quebrada del Francés, una de las
historias más cautivadoras de Chile.
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Entierro de Drake |
Quizás en alguna de mis largas travesías,
llegue a topar con un pozo, una cueva o una grieta solitaria, donde tal vez,
tras la visión fugaz de un destello en su profundidad, me adentre con una
antorcha y tras sortear ancestrales trampas mortales, encuentre un gran tesoro
que me permita vivir como un rey el resto de mis días. Tal vez.
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