En el grandioso panorama de las historias de viaje únicas y las leyendas urbanas de todo el mundo, pocas pueden rivalizar con el peculiar relato conocido como el "Robo del Mono de Hartlepool". Este cuento, tan hilarante como insólito, nos remonta a un acontecimiento del siglo XIX que, si bien parece sacado de un libro de cuentos, tiene la habilidad de fascinar y desconcertar por igual. Quizás algunos puedan encontrar un matiz de realidad en esta historia, mucho más trágico que el destino del pobre primate, pero con el paso del tiempo se ha creado una pátina que difumina el verdadero suceso.
EL RELATO DEL MONO ESPÍA DE HARTLEPOOL

Todo comenzó en 1838, durante las guerras
napoleónicas entre Gran Bretaña y Francia, cuando un barco francés naufragó en
las frías aguas del norte de Inglaterra. A bordo del desventurado navío se
encontraba un mono que, en su aventura marítima, también encontró su trágico
destino. El pequeño primate, que con toda seguridad no sabía nada sobre espías
o conspiraciones, terminó en las playas de Hartlepool, una pintoresca localidad
inglesa con una historia llena de tradiciones y leyendas locales.
Los habitantes de Hartlepool,
probablemente más acostumbrados a los susurros del mar y los vientos del norte
que a los asuntos internacionales, encontraron al mono y, tras un vistazo
superficial, decidieron que el desafortunado animal era en realidad un espía francés
disfrazado. La psicosis que entonces reinaba en toda Inglaterra ante el temor
de una invasión francesa hacía que todos estuvieran alerta ante cualquier
movimiento sospechoso, y que detrás de cualquier persona o incluso de cualquier
mono, pudiera haber un espía napoleónico.
¡Así es, un espía! Imaginen la peculiar escena: el mono, con su pelaje aún mojado y su mirada confusa, fue capturado y llevado a juicio por el pueblo. Un juicio en el que las pruebas no eran precisamente abundantes, pero el entusiasmo local por semejante hazaña era desbordante. La ironía en esta historia es palpable, y no podemos evitar esbozar una sonrisa al pensar en cómo la confusión y la superstición se mezclaron para dar lugar a una de las historias curiosas de viajes más extrañas jamás contadas. Los aldeanos, con una mezcla de temeridad y convicción, decidieron que el mono debía pagar por sus presuntos crímenes. La decisión fue rápida y, lamentablemente, letal: el primate fue ahorcado, en un acto que parece una burla de las más absurdas tragedias épicas.

Lo más curioso es que este acontecimiento
no se encuentra entre los destinos de viaje con historia ni en los lugares
históricos para visitar, sino más bien en el campo de las leyendas urbanas y
los cuentos asombrosos de viajes. La historia del mono se ha convertido en un
símbolo de la irracionalidad humana y un recordatorio cómico de cómo, a veces,
el miedo y la falta de conocimiento pueden llevar a situaciones absurdas y
crueles.
En cuanto a los detalles del juicio y la
ejecución del mono, estos a menudo se presentan con un toque de exageración que
contribuye a su estatus de mito. Los relatos sobre el evento varían, y algunos
incluso afirman que el juicio se llevó a cabo con un aire de seriedad casi
carnavalesca, mientras que otros sugieren que la noticia se convirtió en una
especie de anécdota popular que circuló por toda la región, adornada con
detalles fantásticos y a veces hilarantes.
También existen teorías que sugieren que
el náufrago no fue un mono, sino un niño, ya que, tanto en la marina francesa
como en la inglesa, era habitual que los niños realizaran tareas de
aprovisionamiento para el resto de la tripulación, como subir la pólvora desde
la bodega y proveer a los artilleros. Estos jóvenes eran conocidos como “powder
monkeys” o “monos de la pólvora”. Tal vez, esta fuera la cruel y verdadera
historia que con el tiempo se “reconvirtió” para hacerla más benévola al
imaginario colectivo, dejándola solo como una ridícula anécdota en el ámbito de
las historias épicas de viajes y los relatos históricos de destinos.
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Estatua de un mono en Hartlepool destinada a la recolección de monedas para obras de caridad |
En definitiva, queridos lectores, la
historia del mono nos invita a cuestionar cómo las leyendas y mitos fascinantes
pueden nacer de la combinación de malentendidos, supersticiones o hechos que
conviene ocultar.
Mientras vuesas mercedes reflexionan sobre
cómo las tradiciones y el folklore pueden dar forma a nuestra percepción del
pasado, procederé a retomar mi camino después de este momento de tranquilidad
en su amena compañía y enfilaré mis latidos y mis pasos hacia el horizonte tras
el que el sol amenaza con ocultarse.
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