¿HUBO UN SUPERVIVIENTE DE LA ÚLTIMA BATALLA DEL 7º DE CABALLERÍA? – El 25 de Junio de 1876 cerca del río Little Big Horn, Custer junto a todo su regimiento fueron masacrados ¿o no todo?

 

Curly, el explorador que sobrevivió al mito de Custer. Una historia de supervivencia en una batalla de leyenda.

 



La historia de Ashishishe, mejor conocido como Curly, es una de esas que oscila entre la realidad y la leyenda, entre lo que ocurrió y lo que la gente cree que ocurrió. Nacido alrededor de 1856 en el territorio de Montana, en el seno de la tribu Crow, este hombre se vio envuelto en uno de los episodios más famosos de la historia estadounidense: la Batalla de Little Bighorn. Aunque no participó directamente en la lucha, su papel como explorador del Ejército de los Estados Unidos y su relato de los hechos lo convirtieron en un protagonista involuntario de una leyenda que, con el tiempo, le otorgó más heroísmo del que él mismo reclamaba.

 

Los primeros pasos de Curly

 

Ashishishe vino al mundo en una época de tensiones entre nativos y colonos, cuando las tierras de su tribu, los Crow, se veían amenazadas. Sus padres, Strong Bear (también conocido como Inside the Mouth) y Strikes By the Side of the Water, le dieron un nombre que ha sido interpretado de varias formas: Ashishishe, Shishi’esh o Curly, que parece hacer referencia a su cabello rizado. Es curioso que, aunque su nombre fue traducido en ocasiones como "el cuervo", parece haber sido más bien un malentendido lingüístico, ya que el vocablo Crow para “cuervo” es "áalihte".

 


El explorador del 7º de Caballería Ashishishe, más conocido como Curly

A lo largo de su vida, Curly vivió con su tribu cerca del arroyo Pryor Creek y se casó con Bird Woman, una unión que duraría algunos años hasta su separación en 1886. Posteriormente, se casó con Takes a Shield, con quien tuvo una hija llamada Awakuk Korita ha Sakush, quien adoptó el nombre en inglés de Dora. Pero lo que marcaría para siempre su vida fue su decisión de unirse al ejército de los Estados Unidos en abril de 1876 como explorador. Era un joven fuerte, con una profunda conexión con su cultura, pero consciente de la inminente transformación de su mundo.

 

La Batalla de Little Bighorn: ¿Observador o guerrero?

 

En junio de 1876, Curly se encontraba al servicio del 7.º Regimiento de Caballería bajo el mando del controversial George Armstrong Custer. En esos momentos, la tensión entre el ejército y las tribus Lakota y Cheyenne, que no querían ceder sus territorios, estaba en su punto álgido. Custer, confiado en su superioridad, dividió sus fuerzas para atacar un campamento indígena en el valle del río Little Bighorn, decisión que resultaría fatal.

 


George Armstrong Custer junto a sus exploradores 

Curly, junto con otros exploradores Crow —Hairy Moccasin, Goes Ahead y White Man Runs Him—, fue enviado a acompañar a Custer, pero no lucharon. De acuerdo con el relato de Curly, fueron instruidos para observar desde la distancia y, en su caso, mantenerse alejados de la masacre que pronto se desataría. Y es aquí donde comienza el debate histórico: aunque en su primer informe, Curly aseguró haber visto la batalla desde una colina cercana y haber escapado para dar la noticia de la derrota, con el tiempo comenzaron a circular versiones que lo describían como un participante activo que logró sobrevivir disfrazado de guerrero Lakota.

 

El único sobreviviente… ¿o no?

 

El relato de Curly llegó a oídos del ejército cuando, poco después de la batalla, encontró el barco de suministros Far West en la confluencia de los ríos Bighorn y Little Bighorn. Usando una combinación de lenguaje de señas y dibujos, fue el primero en informar la aniquilación completa del destacamento de Custer. Su versión inicial fue aceptada por historiadores como Walter Mason Camp y John S. Gray, quienes lo entrevistaron en varias ocasiones, y coincidía con la evidencia encontrada en el campo de batalla.

 


Sioux que habían participado en la batalla siempre negaron que dejaran supervivientes

Sin embargo, con el tiempo, la leyenda de la “última resistencia de Custer” fue tomando forma en los medios de comunicación, y Curly, el hombre que al principio afirmó no haber participado en la batalla, dejó de contradecir esa idea. Incluso llegó a ofrecer relatos más elaborados, donde afirmaba haber luchado codo a codo con los soldados del 7.º Regimiento y haber escapado gracias a su astucia. Algunas historias familiares llegaron a decir que se escondió dentro de un caballo destripado cuando vio a Custer caer.

 

Entre la modestia y la fama

 

Es interesante notar cómo Curly fue, de alguna manera, arrastrado por la corriente del mito que creció en torno a su figura. A lo largo de su vida, parecía resignado a la idea de que, aunque él mismo no se consideraba un héroe, la gente había decidido otorgarle ese título. En su vejez, mientras vivía en la Reserva Crow, no hacía esfuerzos por desmentir las historias que circulaban sobre su participación activa en la batalla. No sabía leer ni escribir, y sólo hablaba un poco de inglés, por lo que es probable que no comprendiera completamente las razones por las que debía negar esas historias.

 


Los miembros del 7º de Caballería reposan en la misma colina donde murieron

En realidad, Curly siempre mantuvo una actitud modesta. Aquellos que lo conocieron, como Thomas Leforge, testificaron que nunca reivindicó haber sido el único sobreviviente de la batalla ni haber hecho algo excepcional. “No estuve en la lucha”, dijo en más de una ocasión. Pero la narrativa romántica de los escritores de la época se impuso sobre la realidad de su vida, y el explorador Crow se convirtió en un símbolo de resistencia y astucia, algo que, según los registros, él mismo nunca buscó ser.

 

Después de la batalla, continuó sirviendo en la Policía Crow y, tras su retiro, vivió cerca del lugar de la histórica masacre. En 1920, Curly comenzó a recibir una pensión por su servicio militar y, tres años después, falleció a causa de una neumonía. Fue enterrado en el Cementerio Nacional en el Monumento Nacional del Campo de Batalla de Little Bighorn, a tan sólo una milla de su hogar. Allí descansan sus restos, en un lugar donde la historia y el mito siguen resonando, a menudo entrelazados de manera inseparable.

 


La tumba de Curly se encuentra junto a la de sus compañeros que murieron en la batalla 



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