LA HISTORIA REAL DE LOS ASSASSIN´S CREED – La Leyenda del Viejo de la Montaña y sus despiadados asesinos.

 

La vida de Hasan i Sabbah y el temor que inspiraron sus asesinos sin miedo a la muerte, durante décadas desde la fortaleza de Alamut.

 


La historia del Viejo de la Montaña, un relato que mezcla mito y realidad, ha sido fuente de fascinación a lo largo de los siglos. Este cuento legendario tiene como figura central a Hasan-i Sabbah, líder de un grupo ismailí que, desde su fortaleza en Alamut, Persia, aterrorizó a Oriente Próximo en el siglo XI. Sus métodos, basados en el asesinato de rivales políticos y religiosos, dieron lugar al origen del término "asesino" tal y como lo conocemos hoy en día. Sin embargo, el modo en que Hasan y su secta operaban ha generado innumerables anécdotas y leyendas que siguen cautivando a quienes descubren esta historia.

 

Origen de la leyenda: El Viejo de la Montaña y Alamut
 

Hasan-i Sabbah, conocido como “El Viejo de la Montaña”, nació en Qom hacia mediados del siglo XI. Su vida temprana está envuelta en cierto misterio, con detalles rescatados de escritos biográficos que sobrevivieron a la toma mongola de Alamut. Desde joven, Hasan mostró un fervor por la teología, algo inusual en un periodo en que la religión islámica estaba profundamente marcada por conflictos sectarios.

 


Hasan i Sabah, conocido como "El viejo de la Montaña"

El gran momento en la vida de Hasan llegó cuando se convirtió al ismaelismo, una rama minoritaria del Islam chií que sostenía la creencia en un imán oculto, el Mahdi, quien regresaría en el futuro para instaurar una era de justicia. Este movimiento ganó fuerza en Persia, y Hasan se sumergió en sus enseñanzas, eventualmente conociendo a un misionero (day) en Rayy, lo que lo llevó a una transformación radical.

 

La conquista de Alamut y el inicio de la leyenda

 

Alamut, el bastión inexpugnable de Hasan, fue el escenario principal de esta historia. Situada en lo alto de una colina, la fortaleza se convirtió en el centro de operaciones desde donde Hasan extendió su influencia. Este castillo, cuyo nombre significa "el lugar señalado por el águila", fue clave en su estrategia contra los selyúcidas, que gobernaban Persia en ese momento. A través de una hábil mezcla de diplomacia y fuerza, Hasan logró que el dueño de la fortaleza se la vendiera, y en 1090, Alamut quedó bajo su control.

 


Restos de la Fortaleza de Alamut

Una vez instalado en Alamut, Hasan comenzó a organizar un estado autónomo, una especie de imperio ismailí en miniatura. El secretismo, la lealtad absoluta de sus seguidores y el uso del asesinato como herramienta política formaron la base de su poder. Es en este punto donde nace una de las anécdotas más interesantes y míticas del relato: la del uso de drogas para motivar a sus asesinos.

 

El paraíso de Hasan: ¿Realidad o leyenda?

 

Uno de los cuentos más fascinantes que rodea a Hasan-i Sabbah proviene del famoso viajero veneciano Marco Polo. Según el relato de Polo, Hasan drogaba a sus seguidores con hachís y los hacía despertar en un jardín de "paraíso", lleno de todos los placeres sensuales imaginables. Luego, les hacía creer que solo podrían volver a ese jardín si cumplían las misiones que les encomendaba, que generalmente implicaban asesinar a un enemigo del grupo.

 


En una ocasión Hassan ordenó a dos de sus esbirros a que se tirasen
desde las almenas para demostrar su fidelidad


Aunque la veracidad de esta historia ha sido objeto de debate durante siglos, lo cierto es que la idea de un líder carismático que utilizaba la promesa del paraíso para motivar a sus seguidores a cometer actos violentos encajaba perfectamente en la visión medieval europea de Oriente Próximo. A los ojos de sus enemigos, Hasan y sus seguidores, los nizaríes, eran vistos como fanáticos peligrosos dispuestos a todo por cumplir las órdenes de su líder. De hecho, la palabra "asesino" (derivada de hashashin, una referencia al consumo de hachís) pasó a designar a aquellos que mataban por fanatismo o premeditación, consolidando la leyenda de este temido grupo.

 

El asesinato como método de acción política

 

Hasan-i Sabbah no solo utilizó la manipulación psicológica, sino también el asesinato como herramienta de poder. Una de las primeras víctimas de este método fue Nizam al-Mulk, un visir persa que había intentado sofocar el movimiento ismailí. Fue asesinado en público en 1092, en un acto que consolidó la efectividad de las tácticas de Hasan. Este asesinato, rodeado de anécdotas y cuentos, ha sido inmortalizado en diferentes versiones de la historia. Se dice, por ejemplo, que Hasan, Nizam al-Mulk y el famoso poeta Omar Khayyam habían sido amigos de juventud, habiendo jurado ayudarse mutuamente, lo que le daba a este asesinato un toque aún más trágico.

 


Lograron asesinar a Conrado de Montferrato, Rey de Jerusalén


Lo que es claro es que, bajo la dirección de Hasan, el uso del asesinato político se volvió una marca registrada de los nizaríes. Los fidai (devotos entrenados desde la infancia para convertirse en asesinos) se infiltraban en las filas enemigas, a menudo durante largos periodos, esperando el momento exacto para cumplir su misión. Las leyendas cuentan que estos asesinos eran tan leales a Hasan que no dudaban en sacrificar su propia vida si con ello cumplían su misión.

 

Hasan i Sabbah, el líder inflexible

 

Una de las anécdotas más impactantes sobre Hasan-i Sabbah es su inflexibilidad y rigor extremo, no solo hacia sus enemigos, sino también hacia su propia familia. Según la historia, Hasan ordenó la ejecución de dos de sus hijos: uno por beber vino, lo cual estaba estrictamente prohibido, y otro por haber cometido un asesinato sin autorización. Este episodio refuerza la imagen de Hasan como un líder implacable, dispuesto a hacer cualquier sacrificio por mantener el control y la disciplina entre sus seguidores.

 


Intentaron también asesinar al caudillo musulmán Saladino

La caída de Alamut y el fin de una era

 

Hasan murió en 1124, dejando a su discípulo Buzurg-Ummid como sucesor. Aunque el movimiento nizarí continuó durante varias décadas, el poder de Alamut finalmente fue destruido por los mongoles en 1256. Sin embargo, la leyenda de Hasan-i Sabbah y sus "asesinos" perduró, alimentando cuentos y relatos que mezclan realidad y fantasía.

 


Finalmente Alamut cayó a manos de los Mongoles de Gengis Khan


La fusión de mito y realidad

 

La historia del Viejo de la Montaña es, en muchos sentidos, una fusión de mito, leyenda y realidad. Aunque algunos aspectos de la vida de Hasan-i Sabbah pueden estar embellecidos por la imaginación de escritores y viajeros como Marco Polo, lo cierto es que su impacto en la política y la religión de Oriente Próximo fue muy real. Su uso del asesinato político, su capacidad para manipular a sus seguidores y su rígida disciplina le convirtieron en una figura temida y respetada. Hoy, su historia sigue siendo un cuento fascinante que mezcla religión, política y violencia en una de las épocas más tumultuosas de la historia islámica.








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