EL VERDADERO NOMBRE DE JACK EL DESTRIPADOR – Una prueba de ADN revela la identidad del sanguinario asesino de Whitechapel

La leyenda de la persona detrás del destripador, a la luz de la tecnología del siglo XXI.

 


Jack el Destripador es uno de los asesinos en serie más célebres de la historia, conocido por aterrorizar las calles de Londres a finales del siglo XIX. Aunque su identidad ha sido objeto de especulación durante más de un siglo, un grupo de científicos ha afirmado recientemente que podría haber resuelto el misterio a través de un análisis de ADN. Este nuevo desarrollo ha reavivado el interés por las leyendas que rodean a este enigmático personaje, pero también ha generado un debate entre expertos sobre la validez de los hallazgos.

 

El Misterio de Jack el Destripador


Jack el Destripador, cuyo nombre evoca terror, fue acusado de asesinar al menos a cinco mujeres en 1888, en el barrio londinense de Whitechapel. La brutalidad de sus crímenes y la incapacidad de la policía para capturarlo le otorgaron una notoriedad que ha perdurado a lo largo de los años. A pesar de los esfuerzos por identificar al asesino, su verdadera identidad siempre ha permanecido en las sombras, alimentando teorías y leyendas urbanas.


 

Un Enfoque Científico: la prueba de ADN

 

En un intento por resolver uno de los mayores misterios de la historia, los científicos Jari Louhelainen y David Miller llevaron a cabo un análisis genético detallado, que ha sido publicado en la revista *Journal of Forensic Sciences*. Su investigación se centró en un chal de seda encontrado junto al cuerpo de Catherine Eddowes, la cuarta víctima conocida del Destripador. Este chal, conservado durante más de un siglo, contenía rastros de lo que se cree son sangre y semen del asesino.

 

Al comparar fragmentos de ADN mitocondrial extraídos del chal con muestras de ADN de descendientes vivos de Eddowes y del sospechoso Aaron Kosminski, un barbero de origen polaco, los investigadores concluyeron que Kosminski, quien ya había sido sospechoso en su momento, podría ser el infame Jack el Destripador.



Esquina donde fue asesinada Anne Marie Nichols


¿Fue Aaron Kosminski el asesino Jack el destripador?

 

Aaron Kosminski, un inmigrante polaco que huyó de los pogromos antisemitas en Europa Oriental, se estableció en el barrio de Whitechapel, donde trabajó como barbero. Su vida, aparentemente ordinaria, dio un giro oscuro cuando fue arrestado en relación con los asesinatos de 1888. En 1890, fue confrontado por un testigo que afirmó haber visto a una de las víctimas con un hombre poco antes de su muerte. Sin embargo, el testigo se retractó, lo que llevó a la liberación de Kosminski por falta de pruebas, y posteriormente fue internado en un centro psiquiátrico, donde murió en 1919.

 


La reciente investigación parece reforzar la teoría de que Kosminski fue el asesino.


Controversias sobre la prueba genética

 

A pesar de las afirmaciones de los científicos, muchos expertos permanecen escépticos. Uno de los principales puntos de controversia es la autenticidad del chal. Algunos historiadores cuestionan si realmente fue encontrado en la escena del crimen y si su origen es confiable. Además, el análisis de ADN mitocondrial, aunque útil, no es considerado concluyente por todos, ya que este tipo de ADN se hereda únicamente por la línea materna y puede coincidir con una amplia gama de personas.

 


Mitre Square, una pequeña plaza , tiene un pasillo con arcos que conduce al Pasaje de St James's. Fue allí donde Catherine Eddowes fue asesinada por el 30 de septiembre

Hansi Weissensteiner, experto en ADN mitocondrial de la Universidad de Medicina de Innsbruck, ha señalado que este tipo de análisis no es suficiente para identificar a un único sospechoso. Walther Parson, otro científico forense, criticó la falta de publicación de las secuencias de ADN mitocondrial en el estudio, argumentando que los datos deberían haber sido compartidos para permitir una evaluación independiente.

 

La Leyenda alimenta a la leyenda

 

La historia de Jack el Destripador ha evolucionado con el tiempo, convirtiéndose en una leyenda que mezcla hechos históricos con especulación y mito. A lo largo de los años, numerosos sospechosos han sido propuestos, desde médicos hasta miembros de la realeza británica. Sin embargo, a pesar de las numerosas teorías, la identidad del Destripador sigue siendo un misterio que fascina a historiadores, investigadores y al público en general.

 


Bocetos de 1888 sobre las investigaciones

La figura de Aaron Kosminski, apoyada por el reciente análisis de ADN, añade una nueva capa a la leyenda, pero también subraya la dificultad de resolver un caso tan antiguo con las herramientas modernas. La falta de consenso entre los expertos indica que la identidad de Jack el Destripador, al igual que muchas otras leyendas, puede seguir siendo un misterio durante mucho tiempo más.

 

La leyenda de Jack el Destripador sigue viva, alimentada por nuevas teorías y descubrimientos, pero su verdadera identidad puede permanecer en la oscuridad, dejando que la historia y el mito continúen su danza interminable.



Carta "Querido Jefe" donde se autodenominó como Jack The Ripper

“Querido jefe: No paro de oír que la policía me ha capturado, pero no me cogerán tan fácilmente. Me río cuando se las dan de listos y dicen que están tras la pista correcta. Ese chiste sobre “Mandil de Cuero” me hizo partir de risa. Odio a las putas y no dejaré de destriparlas hasta que me harte. El último fue un trabajo grandioso. No le di tiempo a la señora ni de chillar. ¿Cómo me atraparán ahora? Me encanta mi trabajo y quiero empezar de nuevo si tengo la oportunidad. Pronto oirán hablar de mí y de mis divertidos jueguecitos. Guardé algo de la sustancia roja en una botella de cerveza de jengibre para escribir, pero se puso tan espesa como el pegamento y no la pude usar. La tinta roja servirá igual, espero, já, já. En el próximo trabajo le cortaré las orejas a la dama y las enviaré a la policía para divertirme. Guarden esta carta en secreto hasta que haya hecho un poco más de trabajo y después publíquela sin rodeos. Mi cuchillo es tan bonito y afilado que quisiera ponerme a trabajar ahora mismo si tuviera la ocasión. Buena suerte. Sinceramente suyo, Jack el Destripador. …No se moleste si le doy mi nombre profesional. No estaba muy bien para enviar esto antes de quitarme toda la tinta roja de las manos. Maldita sea. No ha habido suerte todavía, ahora dicen que soy médico, já, já”.

 

25 de septiembre de 1888, la Agencia Central de Prensa de Londres recibió esta carta firmada por primera vez con su auto pseudónimo: Jack el Destripador.

 

La leyenda continúa.

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